Situado frente a la costa de América del Sur, Colombia es uno de los países más populares de América Latina. A pesar de una historia bastante violenta de carteles de drogas y de guerra de guerrillas, Colombia tiene otra faceta que la convierte en un destino de ensueño. En el mapa de América del Sur, cuando hablamos de Colombia, hablamos sobre todo de "locombia" o del "país loco". Conocida por su violencia cotidiana, Colombia es también un destino turístico obligado para los países de América Latina. Hay que decir que este país, con su ambiente relajado, revela una belleza única cuando se toman las precauciones necesarias para un viaje a Sudamérica. Colombia es ante todo el destino con el aroma del café, así como la costa caribeña, por supuesto, que el país limita al norte con las ciudades de Cartagena, Santa María y Riochacha. Es en Santa María en particular donde encontramos el Parque Nacional Tayrona a unos treinta kilómetros de distancia. También están cerca las Islas de Rosario, un grupo de 25 islas de coral. Colombia también está rodeada por Venezuela, Brasil, Perú y Ecuador. Al este y al oeste, Colombia está rodeada por dos océanos, el Pacífico y el Atlántico. Con Bogotá como capital, Colombia incluye parte de la cuenca del Amazonas y los llanos del Orinoco. Colombia, después de Madagascar y el Brasil, es uno de los países con una de las faunas más excepcionales del planeta y uno de los países de América del Sur. Entre otros, se puede encontrar el roedor más grande del planeta, el carpincho, así como osos con gafas y armadillos. Al otro lado del país, el exuberante bosque da paso a extensiones desérticas como la Península de Gajira. Más lejos, el frío prevalece alrededor de la Sierra Nevada y el volcán Puracé en la cordillera central. Colombia no es sólo su naturaleza excepcional. También es su increíble riqueza de monumentos, aunque sean menos conocidos. En Ciuda Perdida o Tierradentro, encontramos restos colombianos prehispánicos. En Bogotá, lugares como el Museo del Oro o el Museo Nacional son lugares para descubrir antes de pasear por los barrios de La Candaleria o Usaquén. ¡Suficiente para abrir el apetito antes de probar el tamal!