Metrópoli del Magdalena, Santa Marta es la ciudad portuaria más grande de Colombia. Con sus playas de arena fina, su parque natural, su majestuoso paisaje y sus tesoros de restos arqueológicos, la ciudad se considera el mejor destino turístico del país.
La Perla de América es el punto de encuentro de los amantes de la relajación. Situada en el Mar Caribe, la ciudad es una delicia para aquellos que buscan la paz y la serenidad. Si está buscando una hermosa escapada cultural, vaya al Museo de Oro de Santa Marta. Además del descubrimiento de objetos de arte y monedas de oro de la civilización Tayrona, la visita de la galería será una oportunidad para entrar en el corazón de la historia del oficio del metal y el oro. Dentro de este museo en Santa Marta de Colombia, los visitantes encontrarán la alegría de contemplar una versión miniaturizada de la Ciudad Perdida. Para su viaje a Colombia, descubra el mundo marino de Santa Marta visitando el Acuario del Rodadero y el Museo del Mar. Situada en la bahía inca de la playa de Rodadero, la galería exhibe para los turistas una variedad de equipos náuticos, especies acuáticas y florales que hacen que la localidad sea especial. Para que su viaje a Colombia sea inolvidable, este sitio le ofrece el descubrimiento de una quincena de acuarios de cristal y una piscina gigante que está directamente conectada al mar del espacio caribeño. Será para usted una oportunidad de admirar más de 800 especies acuáticas, incluyendo tortugas y leones marinos. Para aquellos que tienen energía de sobra, un viaje al Parque Nacional Tayrona les hará bien. A media hora en coche de la Perla de América, la reserva ofrece un sendero de 150 km que le permitirá admirar la fauna y la flora en toda su diversidad. Dentro de este recinto, tendrá acceso a magníficas playas de arena blanca. Para la relajación familiar, puede elegir entre las costas de Cañaveral, Bahía Concha o Neguanje. Para un viaje de pareja, un desvío a Taganga es imprescindible. En este pequeño pueblo de pescadores, la puesta de sol es impresionante. En la playa del pueblo, las cabañas de paja dan la bienvenida a los amantes para una cena romántica.